Fanfic: Summerboy 2da temporada capitulo 12.

Narra Lauren:

Comencé a alistarme para mi segunda cita con Justin. Había salido muy temprano a planificar todo lo de la cita, él era totalmente adorable. 

Entre a el baño para tomar una ducha. Salí del baño y empece a rebuscar entre mi ropa para encontrar algo que ponerme. 

Luego de un largo rato de elecciones y dudas decidí ponerme una blusa de un solo hombro negra con un borde de bolero, unos shorts de encaje beige y unas zapatillas beige amarradas hasta arriba. Solté mi cabello y me puse maquillaje, lo usual.

Justin entro a el cuarto con una gran sonrisa en el rostro "Hey McLovin, preparada para nuestra 2da cita?" dijo tomándome por la cintura y dándome un beso. Asentí "Estás hermosa" me dijo a el oido, tome mi cartera y mi celular.

Bajamos a el lobby tomados de las manos y ahí nos esperaba una guía turística "¿Ella va con nosotros?" dije riendo "No, solo nos indicará por donde ir, no quiero que nos perdamos en nuestra cita. Aunque contigo me pierdo cuando sea" dijo pegando su frente con la mía "Bueno vamos para que la guía nos de las indicaciones, así te enteras a donde vamos hoy" continuó.

"Hola chicos, bueno déjenme explicarle todo" dijo la chica con la sonrisa más grande en su rostro intentando ser lo más simpática posible, a decir verdad todo el mundo quería agradarle a Justin Bieber. "Bueno van a ir a Venecia a través de un tren Frecciarossa A, de la compañía italiana Trenitalia. El tren sale de la Gare de Lyon aquí en Paris y llega a Venecia a su estación principal, Venecia Santa Lucia" Es mucho más rápido ir en avión pero yo siempre había soñado con viajar en tren. Un momento íbamos a Venecia y en tren. Y lo digo una vez más, él es perfecto. "¿Estas jodiéndome?" dije mirandolo con la sonrisa más idiota plasmada en mi cara "¿Te gusta el recorrido?" dijo tomando mi cara entre sus manos y besando suavemente mis labios "No me gusta, lo amo"

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Llegamos a la estación y subimos a el tren, viajaríamos en primera clase. Un señor nos indico el camino hasta nuestra cabina, Justin paso la tarjeta con la que se habría y wow eso era más grande que mi cuarto en Estado Unidos, tenía una cama matrimonial, nevera y hasta baño. "Después de usted señorita" dijo Justin mientras me indicaba con el brazo que pasará. "Esto es hermoso" dije asombrada "No, es para ti, tú te mereces esto y más" tomó mi mano y la besó. Puse mi cartera en un lado de la cama y me senté en el otro. "Gracias Beaver, gracias por dejarme vivir todo estos momentos contigo" Se acercó a mi, todavía parado, aparto un mechón se cabello de mi cara y acarició mi mejilla "Gracias a ti por ser parte de mi mundo, me faltará vida para agradecerte todo lo que has hecho por mi, por hacerme sentir así" dijo mirándome a los ojos. No pude resistirme a esos ojos color miel que me miraban fijamente. 

"¿Te puedo decir algo que he estado pensando desde hace rato?" me preguntó sin quitar su mirada de la mía, unió nuestras manos mientras hablaba, "Dime." dije mordiéndome el labio, como siempre hacía al esperar algo. "Tengo tiempo sin besarte" me respondió frunciendo el ceño. Volteé los ojos y reí, "Quieres decir, hace rato." él asintió y sonrió. "Entonces.. ¿qué quieres hacer de camino?" le pregunté ignorando lo que me había dicho y él se encogió de hombros, "Creo que tengo una idea" se acercó a mi y sus labios tocaron los míos, como si estuvieran hambrientos por ellos. Caímos en la cama y sonreí todavía besándolo mientras mis dedos se paseaban por su suave cabello, y los de él por mi cabello y mi espalda. 

El comenzó a quitarse la camisa, su respiración ya se notaba agitada. "Justin aquí no ¿Si?" dije apartando me de él antes de que las cosas se pusieran intensas. "Esta bien" dijo acomodando su camisa de nuevo. "Contigo no tengo prisa McLovin. Si pude esperar tanto, un poco más no me hará daño" continuó. Tomó mi cara entre sus manos y nuestros labios se tocaron. "Te amo demasiado" dije aun con mis labios sobre los suyos "Yo mucho más a ti". 

El viaje era largo así que teníamos que buscar distracción "¿Quieres recorrer el tren? No se ver que hay algo" dije riendo y jugando con un mechón de su cabello "Vamos" dijo tomando mi mano, haciendo que me levantara de la cama. 

Pasillos, pasillos e interminables y angostos pasillos, ese era nuestro paseo. "Mejor vamos a el cafetín" dijo Justin guiandome hasta allá. Tomamos una bandeja y algo de comida. Dulces recuerdos de la secundaria. Claro esto no tenía comparación era 20 veces más lindo que la cafetería de mi secundaria. 

Buscamos con la mirada una mesa vacía y nos sentamos. Hablamos de muchas cosas en general, chicas se acercaban a tomarse fotos con Justin y con ambos, sí, también pedían fotos conmigo. Raro pero ya me estaba acostumbrando. 

Salimos de la cafetería para ir de vuelta a la cabina. Al entrar me lance sobre la cama y Justin me siguió posó su cabeza sobre mi estomago mientras yo acariciaba su cabello. "¿Tenemos que volver a París en tren? Esto se 

me ha hecho eterno" dije mientras jugaba con su pelo. "No si tu no quieres. En este viaje se hace lo que tu quieras" dijo acariciando uno de mis brazos "¿Alguna vez te he dicho que eres lo mejor que me ha pasado?" "Creo que no" dijo riendo ya que era obvio que se lo había dicho infinidades de veces. 

Esa Lauren que no expresaba sus sentimientos se había ido, ahora no me casaba de decirle a Beaver una y otra vez cuanto lo amaba.

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Despertamos después de una siesta y ya estábamos en Venecia. 

"Estamos aquí, Justin" susurré estirándome y dándole un beso en la punta de su nariz. "¿Dónde es aquí?" preguntó medio dormido sin abrir los ojos. Volteé los ojos y me acosté encima de él pero en sentido contrario, "Venecia" le respondí y lo sentí moverse, en eso sentí sus manos en mi trasero, reí y me levanté. "Detente allí" le dije sentándome en su estómago. Se sentó y yo rodé a su regazo, se acercó y me besó, "¿Qué haremos ahora?" le pregunté separándome de él y levantándome de la cama, "Espera y verás" dijo mientras nos poníamos los zapatos y salíamos.

Cuando vi la ciudad, me sentí como cuando vi París hace unas semanas, por primera vez. Definitivamente tuve que haber vivido en Europa en otra vida o algo, me sentía muy completa. "Que hermoso es todo" susurré ignorando los fashes a lo lejos. Justin pasó su brazo por mi cintura y asintió, "Sabía que te gustaría" me respondió y seguimos caminando, detrás de una chica que nos guiaba. Llegamos a un pequeño muelle cuando el cielo se pintó de muchos colores. Fue uno de los atardeceres más lindos que había visto, no pude evitar sacar mi cámara y tomar una foto -bueno, no una, muchísimas.

En eso, vi las góndolas. 

"Mentira." dije y le di un golpe suave a Justin en el brazo. "¿Si te digo que es verdad me vas a golpear de nuevo?" me preguntó y yo reí y negué con la cabeza, "Entonces sí, es verdad." lo golpeé de nuevo y él actuó herido. Le di un beso en la mejilla y él me ayudo a subirme a la góndola, repitiéndome que no debería tomar fotos mientras entraba porque no quería caerme.

"Esto es perfecto. De verdad te superas a ti mismo, ayer un helicóptero... ¿hoy paseo en góndolas en Venecia?" dije maravillada, mientras nos movíamos y él me rodeaba entre sus brazos. "Esos son los beneficios de tener un novio como yo" me respondió y volteé los ojos. 

¡Que falta de ego! 

"¡Ilustrame, quiero saber esos beneficios!" le dije en burla, undiendo mi cara en su cuello, respirando su colonia. "No puedes burlarte de los atributos que te tienen loca." me dijo pasando su brazo por mi cintura. "Cierto, cierto.." dije con mi tono sarcástico particular.

"¿Qué piensas hacer cuando acabe toda esta fantasía de Europa?" le pregunté mordiéndome el labio, "¿Qué fantasía?"

Quiero decir, cuando regresemos y yo tenga que decidir acerca de mi futuro y tú tengas que seguir siendo el famoso artista pop.

"Ya sabes... Cuando no vayamos de París" le respondí y me desligué de su abrazo sentándome a su lado, "Quieres decir, de Venecia" me dijo y soltó una risa, "Vamos Justin, hablo en serio" le respondí insegura cada vez más sin saber por qué.

Bueno, sí sé el por qué. Todas las personas tenemos miedo de nuestro futuro. De lo que vamos a hacer y si fracasaremos en eso. Yo, particularmente tengodiez veces más miedo que los demás. Más miedo que él, porque él tiene una carrera y es bueno en lo que hace.

"Mi plan es estar contigo, lo demás lo resolveremos." suspiré aliviada y sonreí. Él siempre sabía qué decir.

El paseo en góndola fue tal como en las películas, estaba ese tipo gordo con un sombrero negro y una camisa de rayas blancas y rojas quien remaba y cantaba canciones románticas en italiano, las cuales no entendía ni una sola palabra. Justin paso su brazo alrededor de mi y besaba cada parte de mi cara, me susurraba una y otra vez en el oído cuanto me amaba, este chico me iba a matar de ternura.

"No quiero que esto acabe McLovin, quiero que seamos tu y yo para siempre" me dijo al oído "Yo tampoco quiero que acabe nunca Beaver" dije volteando me y quedando tan cerca de él que lo que respira era su aliento, para luego besarlo como si el mundo acabara en ese instante. 

Lo amo, lo amo, lo amo, lo amooo.

Llegamos a el lugar en donde terminada el paseo, bajamos y caminamos a una especie de jardín, había un picnic esperandonos allí, nos sentamos y Justin abrió la cesta, teníamos toda clase de frutas para comer, chocolate y crema batida. Saque de la cesta fresas para untar con el chocolate y la crema. Justin compartía sus fresas conmigo y me embarraba la nariz de crema cada vez que lo hacía. "Casi se me olvida, espera aquí un segundo McLovin". Fue detrás de unos arbustos y ahí venia con una guitarra acústica, picnic y guitarra, igual que en la pequeña cita que tuvimos en Casa Feliz. Él era perfecto. Y comenzó a cantarme Favorite Girl como la primera vez. No pude evitarlo y sentí mis mejillas mojadas, ¿Realmente estaba llorando?. Agache mi cabeza y comencé a secarlas rápidamente antes de que Justin se diera cuenta, pero ya era tarde, dejo de cantar y tocar la guitarra, se acerco a mi para darme un abrazo "Gracias por todo" fue lo único que pude de decir para no volver a llorar. Pero no eran lagrimas de tristeza, era lagrimas de felicidad, felicidad pura. Quien creería que yo Lauren Lovin alguna vez lloraría por el hecho de que mi novio me dedicara una canción y fuera tan tierno y especial conmigo. "No hay de que princesa" dijo mientras besaba mi frente aún abrazandome. "Te amo" continuó "Y yo más a ti".

Luego de pasar uno de los momentos más cursis de toda mi vida, nos levantamos y caminamos por la calle que estaba cerca del parque, sin ningún rumbo en especifico solo caminábamos. 

Justin recibió una llamada, luego de responder unos cuantos 'ok, aja, esta bien, de acuerdo' colgó el teléfono "Es hora McLovin, tenemos que volver a París, hay una camioneta que nos esta esperando a una cuadra" dijo mientras besaba mi frente "Esta bien" dije inclinandome hacia él para apoyar mi cabeza en su brazo. 

Caminamos tomados de la mano y ahí estaba la camioneta esperandonos. Justin me abrió la puerta de la camioneta entré y luego entró el también.

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Llegamos a el aeropuerto y había un avión esperandonos allí. Subimos y nos sentamos en los asientos, París allá vamos de nuevo.

Segunda cita, listo.

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Escritoras: @mafestarship y @pamelapachec0