Justin Bieber es una superestrella pero como tal, y como cualquier persona normal, tiene sus propias manías más o menos especiales. Se trata de algo intocable para él, tanto que hasta esta limitación se extiende a su propia pareja Selena Gómez.
Justin Bieber tiene algo sagrado. ¿Qué puede ser? Su gorra, a la que es tan aficionado; tal vez su lujosísimo coche, que cuesta lo suyo, o quizás algo más romántico como su guitarra. Pues no, ninguna de estas cosas tienen tanta importancia para él como su cabello.
Justin Bieber no se deja tocar ni un pelo del flequillo. Su estudiada melena, que sin duda ha sido una parte fundamental de su look de ídolo de adolescentes, es algo muy especial para el canadiense.
Y bien lo debe saber Selena Gómez, a quien también tiene terminantemente prohibido jugar con su pelo, algo que al parecer no le queda más remedio que respetar y acatar. Normas de la casa.
Este alarde de sinceridad lo revela su biografía, que hace unos pocos días salía al mercado bajo el título Just Getting Started, y por lo que cuenta aquí y según informa la página web estadounidense Hollywoodlife.com, solo deja que le toque la cabeza su estilista. Una manía o quizás algo más, su secreto para lucir una cabellera perfecta, algo que va bastante más allá de ser presumido.
"Mi querida amiga Vanessa, la única persona en el mundo que puede tocar mi cabello", cuenta el propio Justin Bieber en su libro que muestra una fotografía con esta agraciada persona, que puede presumir de ser la única que puede tratar 'la parte prohibida' de Justin Bieber, y que ni si quiera su seres más allegados se atreven a tocar.
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