No se trata de "vivir en el pasado", lo cual es precisamente el punto. Cualquier persona bien informada sabe que el disco más vendido del Siglo XXI a nivel mundial, pertenece a una banda que se desintegró hace más de 40 años: The Beatles; así es, su álbum "1" ha agotado 31 millones de copias, en plena era de Britney Spears, Christina Aguilera, Coldplay y Eminem.
Lo mismo sucede con los reyes del pop, Madonna y Michael Jackson; la intérprete de "4 Minutes" apenas llegó a los 50, y siguió rompiendo marcas de Elvis Presley y The Beatles, llevando su más reciente gira a niveles insospechados.
Por su parte el rey del pop es totalmente inmortal, ¿qué mas se puede decir?. Pero la generación de Lady Gaga y Justin Bieber ignoran por completo el hecho que cada 5 ó 10 años surge un nuevo fenómeno pop al que tildan de "genial", para luego desaparecer a los 3 ó 4 discos, si no es que antes.
Madonna ha declarado algo tan obvio que todo mundo lo sabía ya: los plagios que Lady Gaga ha hecho de su música. ¿Alguien está sorprendido?
En el caso de Justin Bieber, realmente es lamentable la comparación entre él y Michael Jackson. El intérprete de la canción con el video más odiado en la historia, "Baby" declara que quiere ser más grande que el Rey del Pop.
Tal vez nadie ha informado a Bieber que se requiere mucho más talento, credibilidad artística, ventas, carisma y creatividad para llegar a esos niveles. Vean a Bruno Mars para saber de lo que estamos hablando.
Lady Gaga y Justin Bieber seguirán dando de qué hablar por algún breve tiempo más, aunque ya otros artistas han ido sustituyéndolos más rápido de lo que todos esperaban. Vaya, en el 2011 Rihanna, Katy Perry y Adele fueron las tres cantantes que marcaron la pauta, comercialmente hablando.
Madonna y Michael Jackson para siempre serán los reyes del pop. Lo difícil es saber si algún día tendrán dignos sustitutos.
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