Justin Bieber no dejó de trabajar en las fiestas de Navidad y de Fin de Año, pero hubo algo que sí odió sobre todo a su llegada a Times Square en Nueva York.
Una multitud de gente lo estaba esperando y a Justin le tuvieron que abrir el paso en medio de todo este gentío que lo quería agarrar, empujar y tocar.
JB odia las multitudes, pobre, pero es algo a lo que ya debe de irse acostumbrando ya que es amado por millones de personas y a donde quiera que vaya eso es lo que va a causar.
Es muy entendible que debe de sentir miedo, presión y hasta algo de claustrofobia, se pueden imaginar rodeado de gente que te quiere tocar, agarrar, abrazar, te grita, debe ser algo muy impresionante.
Policías, fotógrafos, cámaras de televisión, agentes de seguridad y miles de gentes gritando su nombre.
¡Justin Bieber, Justin Bieber! Por una lado debe sentirse muy orgullo de sus logros pero por otro lado debe de dar miedo.
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